Coyoacán, Ciudad de México.-Son personajes que han estado presentes desde hace décadas en el centro de Coyoacán, heredando muchas veces de padres a hijos, un oficio que hace sonreír a niños y adultos.
Hoy los más famosos son los globos rellenos de helio que se elevan luciendo figuras como Baby Shark o Hello Kitty, las más vendidas. Hace más de tres décadas, las pelotas de colores plásticos, rellenas con un globo inflado que le daba la forma redonda y eran sinómimo de horas de juego.
Con más de 15 años como globero, Rubén explicó a Soy Coyoacanense, que los materiales han evolucionado según la situación. “Por ejemplo, ha cambiado el tipo de gas. Antes era hidrógeno el que se compraba para inflar los globos, para que flotaran y ahora es gas helio, que no es flamable y por eso es algo caro”.
“Los globos son metálicos y obedecen al cuidado del medio ambiente, pues antes se hacían de plástico de un solo uso. Ahora es tipo látex que es de varios usos y degradación más fácil, no tarda mucho en desintegrarse”, precisó. “Los materiales se adaptan a las medidas de los gobiernos para redicir la contaminación en medida de lo posible”.
Pero no solo eso. Los personajes preferidos han cambiado y de los antiguos queda Mickey Mouse, Minnie, y Kitty. Por otro lado, han llegado nuevos conceptos como los globos hechos con una burbuja de látex y luz led, que gustan mucho a los niños.
Compartió que este oficio es una manera de emplearse honrada y honestamente y salir de las situaciones que se van presentando en la vida.
Además, destacó que es grato hacer felices a las personas, que según dijo, sufren menos que en el ayer, el que se escape su globo a los cielos para no volver. “Antes se los daban a los niños en la mano y lo soltaban. Ahora se les amarra en su manita con un nudo corredizo para que no se escapen”.
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Finalmente invitó a las familias a visitar Coyoacán y a que sigan comprando a los niños su globito, o las parejas, a su ser amado, fomentando este oficio tradicional.
En la portada
La imagen de portada es cortesía del fotógrafo Juan Manuel Olvera de AmArte Fotografía.