Coyoacán, Ciudad de México.- Rodada en un momento en el que los luchadores profesionales eran las estrellas del cine del momento, Los vampiros de Coyoacán, es una cinta de ese corte, donde los enmascarados salvaban al mundo de moustros y seres malvados, más allá de lo convencional.
Y es que, aunque sin duda El Santo, fue el ícono más popular a nivel cinematográfico, otros luchadores también fueron parte de la ola de películas donde los enmascarados sacaban sus mejores llaves, patadas y técnicas, para vencer al mal.
Dirigida por Arturo Martínez, la película Los vampiros de Coyoacán de 1974, tiene 87 minutos de acción luchística, novias bonitas y un despiadado ser de la obscuridad, chupasangre.
La cinta tiene como protagonistas a: Germán Robles, Mil Máscaras (Aaron Arellano), Superzan, Sasha Montenegro, Carlos López Moctezuma, Mario Cid, El Espectro (Nathanael León), Pura Vargas, Tony Salazar, Mister Tempest y El Greco, entre otros.
Un ser maligno asecha Coyoacán
Tras una lucha donde participan Mil Mascaras y Superzan, además de otra entre el Espectro y El Ciclón, una inesperada muerte, revela a otras dos similares, en donde a los cuerpos les es extraida la sangre.
Entre estos sucesos una figura misteriosa y terrorífica está presente y es el Conde Bradock, un hombre originario de Transilvania que habita en la entonces delegación Coyoacan.
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Nuestros héroes luchadores, como Mil Máscaras, tendrán que usar su fuerza luchística para combatir a malévolos vampiros. Porque además, cualquier pretexto es bueno para luchar.