Coyoacán, Ciudad de México.-Con un arbolado jardín, en donde se ubica la escultura del General Anaya, y cañones frente al portón, el Ex Convento de Churubusco, Museo Nacional de las Intervenciones, es una joya de Coyoacán.
Según el Repositorio del Instututo Nacional de Antropología e Historia, el Ex Convento de Churubusco, hoy Museo Nacional de las Intervenciones, ubicado en la Calle 20 de Agosto, esquina con General Anaya, en la colonia San Diego Churubusco, Coyoacán, es de fundación franciscana y data de 1524.
El INAH, describe que “el 20 de agosto de 1847 el edificio se convirtió en fortaleza para impedir el avance de 8 mil invasores norteamericanos”. Por eso, hoy no hay mejor sede del Museo Nacional de las Intervenciones, extrnajeras en México, que este recinto.
Tal como explica el organismo, este museo nace con el objetivo de explicar las sucesivas intervenciones armadas que España, Francia y Estados Unidos han realizado a lo largo de la historia de México. Su acervo permanente se puede apreciar en las colecciones Las intervenciones en México, expuesta en 13 salas, que ofrecen una visión general de dicho tema a través de armas, banderas, pinturas, litografías, mapas, fotografías y documentos de los siglos XIX y XX. Además se expone una selección de pinturas y esculturas de carácter religioso pertenecientes al acervo artístico del ex-convento de Churubusco. Datan de los siglos XVII y XVIII y corresponden a la etapa virreinal.
Sobre el templo
En el Repositorio del INAH, se describe que el templo cuenta con ocho retablos de madera dorada y policromada del siglo XVIII: el del altar mayor y los dedicados a San Francisco de Asís, la Virgen de Guadalupe y la Purísima Concepción fueron fabricados para el sitio que ocupan.
Los demás altares pertenecían a la capilla de la Piedad, pero se trasladaron a la iglesia de Santa María de los Ángeles a principios del presente siglo, cuando aquélla estaba a punto de derrumbarse; en la actualidad se encuentran dedicados a San Antonio de Padua, Cristo Crucificado, la Virgen del Carmen y San José.
El atrio de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles estaba constituido por una explanada limitada por muros gruesos con algunas almenas. En 1800, se colocaron en la barda atrial las estaciones del Vía Crucis, realizadas en azulejos fabricados en el horno que existió en el convento.
El acceso principal al atrio está localizado al poniente. Bajo la cruz que adornaba el atrio del templo conventual se encontró un enorme sapo de piedra con glifos esculpidos. Este atrio funcionó también como cementerio. La construcción de la capilla dedicada a San Antonio de Padua, data de 1797, fecha en que fue edificada a los pies del templo, al pie de la torre y junto a la portería. Su fachada barroca está recubierta de azulejos, al igual que su cúpula; muchos de esos azulejos fueron repuestos por la Dirección de Monumentos Coloniales y de la República en 1939, como recoge en INAH.
Diversas Obras
Según el INAH, entre las muchas obras que Diego del Castillo y su mujer, Elena de la Cruz realizaron para el convento se encuentra el atril del coro y los bancos donde se sentaban los religiosos, terminados en 1678.
A fines del siglo XVIII se realizaron varias obras importantes en el convento, entre ellas estuvo la construcción del órgano, en 1791, y la modificación del coro, en 1797. Esta segunda consistió en cortar las cornisas y colocar un lambrín de azulejos policromados, según parece elaborados en la Academia de San Carlos.
Al fascistol se le hizo un nicho grande, con vidrios, para guardar en él un Niño Jesús guatemalteco. A principios de este siglo, el nicho estaba ocupado por una cabeza de San Francisco. No se conservan restos del órgano y el fascistol, construidos a finales del siglo XVIII. En el coro se encuentran una serie de pinturas originales de calidad, entre ellas el “Cuadro de nimas”, realizado por Antonio Rodríguez en 1677, “La Adoración de los Pastores y los Reyes” y algunos lienzos que representan escenas de la vida de San Francisco, como explica el organismo.
Cabe decir que este esapcio abre de martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas. La entrada general es de 90.00 pesos. Tarifa después del horario normal, de 300 pesos y
cuota por toma de video, no profesional, sin fines comerciales 50.00 pesos.
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Fuente: Información del Repositorio del Instututo Nacional de Antropología e Historia e imagen de la Mediateca INAH.