Coyoacán, Ciudad de México.- La revolución tecnológica ha cambiado al mundo y también el modo de interactuar de los niños y niñas. Hoy prefieren videjuegos, aparatos electrónicos, y el cibermundo. Pero antes sus juegos eran muy distintos. ¿Eras de esos niños?
Ingeniosos juegos
A la hora del recreo, a la salida de la escuela, con la palomilla de la cuadra, los camaradas, los vecinos: las rondallas infantiles, bote pateado, coleadas, las canicas en sus distintas modalidades, el tacón, las escondidillas, las atrapadas; sí, no se llamaban “Eres”, los niños les decían atrapadas.
“Un dos tres por todos mis amigos”, palmadas, la cuerda, el resorte. Los niños y niñas echaban mano de lo que tenían para pasar momentos muy divertidos con sus amistades.
Los varones tenían juegos casi exclusivos para ellos, por la rudeza y ejecución, como el llamado burro entamalado.
Y bueno, pingos siempre ha habido, como puede verse en esta foto tomada en el Parque de los Venados, de un grupo de niños montándose en una escultura del venado.
Sin duda el contacto físico estaba muy marcado en el ayer, en tumultos de niños y sus juegos que implicaban la mayoría de las veces ejercicio y sudar a mares.
La habilidad motriz, fina y gruesa, ayudaba mucho a la victoria, pero también “la maña”, o astucia mental para vencer al contrincante.
Juegos de rol y juguetes
Pero también hacían juegos de rol (muy distinto a lo que es hoy, en tabletas y celulares) como jugar a “la casita”, al “restaurante” usando todo lo que encontraran en el entorno, más allá de los juguetes.
Aunque también, los más solitarios a falta de camaradas se divertía con sus juguetes por horas. Hermosas piezas mecánicas, pintadas a mano, más artesanales que las que conocemos hoy de producción masiva.
Ver las imágenes de los niños y niñas jugando en el ayer, resulta increíble. Porque de verdad así se formaron las generaciones de hierro. ¿No lo crees?