Coyoacán, Ciudad de México.- Con importante presencia en la zona de Pedregales, el pirul es un árbol muy conocido usado tradicionalmente en la herbolaria, entre otras cosas, para hacer “limpias” de malos aires. ¿Quién no recuerda a las madres o abuelas quitando el “mal aire” a ramalazos de pirul?

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,CONABIO, el pirul ha sido ampliamente utilizado en México con distintos fines a lo largo de los últimos cinco siglos. Además se le considera repelente natural de insectos que son plagas de cultivo y parásitos del ganado. “Es muy apreciado como árbol de sombra, barrera rompevientos y cercos vivos. Aunque esta especie da muchos beneficios es importante mencionar que se trata de una especie exótica”.

Una limpia

Por su parte, la Bilbioteca Digital de la Medician Tradicional Mexicana, de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que “resulta relevante el papel que juega esta planta en la terapéutica de padecimientos de índole cultural – que se han denominado síndromes de filiación cultural-, como los malos aires, susto, mal de ojo, etc. Destaca su empleo, principalmente en el centro y sur del país, en la realización de limpias para tratar dichos padecimientos. Estas se llevan a cabo con ramos de pirú, solo o acompañado con otras plantas”.

Indica que en Oaxaca, por ejemplo, la limpia se hace “vareando” al enfermo con un manojo de las ramas, al cual se le agrega alcohol, y además se “barre” con un huevo criollo todo el cuerpo del paciente.

“En la Ciudad de México, para alejar los malos aires se pasa por todo el cuerpo del enfermo un ramo elaborado con pirul, hojas de Santa María (Tanacetum parthenium), ruda (Ruta chalepensis) y romero (Rosmarinus officinalis). Se hace un limpia diaria, por la mañana o en la tarde. Posteriormente el ramo se quema para ‘desaparecer el mal’. En el Estado de México: el ramo se pasa por el órgano que tenga alojado el aire (ojos, nariz o boca) y al final se tira en un cruce de caminos, sin ver hacia atrás (V. contagio). En ocasiones los ramos incluyen estafiate (Artemisia ludoviciana var. mexicana) en vez de romero y después de pasarlo por el cuerpo, lo remojan en alcohol y tallan con él al enfermo, además, se da de beber una taza de su infusión, durante el tiempo necesario (Estado de México e Hidalgo)”, describe el documento.

Árbol sanador

De acuerdo con la Facultad de Ciencias de la UNAM, el pirul, Pirú o Anacahuita, cuyo Nombre Científico es Schinus molle L. es un árbol de hasta 10 metros de alto, tallo con la corteza café claro, dividida en tiras pequeñas, ramas colgantes, y glabras, originario de Sudamérica, introducido y naturalizado en México.

El pirul, tiene un aroma fuerte y hojas que contienen una sustancia que a bajas concentraciones es usada como purgante. La esencia se utiliza contra enfermedades genito-urinarias.

Sus frutos, sin cáscara y en polvo son usados contra la blenorragia. Son globosos, de color rosa, de aproximadamente 5 mm de diámetro. Su capa más externa tiene la consistencia del papel, al ser quebradiza; y dentro, una semilla globosa de color café.

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Sus hojas son de entre 10 y 20 cm de largo, divididas en 15 a 41 folíolos de 2 a 4 cm de longitud. Tiene inflorescencias axilares, de color amarillo muy claro, y péndulas, de 8 a 15 cm de largo. Además, tiene flores unisexuales, pentámeras, verde-amarillentas en las masculinas o amarillentas o blanquecinas en las femeninas, muy pequeñas, como recoge la Facultad de Ciencias.