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El Ánima de Coyoacán, habitante del universo de la lucha libre

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El Ánima de Coyoacán, habitante del universo de la lucha libre
Foto: Ricardo Castelán

Coyoacán, Ciudad de México.- Nació en Guadalajara, Jalisco, pero El Ánima de Coyoacán, es de corazón coyoacanense, sitio que fue escenario de su pasión por el cine y la Lucha Libre, como parte de un destino que lo encaminó al universo luchístico. Hoy consagrado periodista, dibujante de cómics, locutor, promotor y coleccionista del tema.

Roberto Ramírez, es el hombre detrás de la máscara de El Ánima de Coyoacán, y tal como compartió con Soy Coyoacanense, su infancia estuvo entre Guadalajara, Toluca y la Ciudad de México por los trabajos de su papá.

Sus primeros años los pasó en Guadalajara, donde asistió a funciones de Lucha Libre en las dos principales arenas (Coliseo y Arena Coliseo). A los 6 o 7 años, en la Arena Jalisco se escabulló con su tío, pues no dejaban entrar a niños, y alcanzó a ver a El Santo. “Brillaba por todos lados, para mí fue como si algo celestial se hubiera aparecido. Caminó por el pasillo, saludó a todos y uno de mis tíos me llevó a la esquina del ring para saludarlo. Ahí quedé infectado de la Lucha Libre para toda mi vida. Tenía máscaras, luchadorcitos, rings, todo lo imaginable”.

El Ánima de Coyoacán, habitante del universo de la lucha libre
Foto: Ricardo Castelán

Entra al mundo del cine

Fue a los 10 años que ese niño enamorado de la lucha, llegó a vivir en la colonia Country Club, en Coyoacán, Ciudad de México, donde descubrió un mundo maravilloso porque vivía prácticamente en los Estudios Churubusco. “Todo comenzó porque un día mi mamá me mandó por la leche y víveres, pues había una unidad de Conasupo y para entrar tenías que registrarte e ingresar por una callecita donde estaban filmando. Vi ese mundo y me fascinó; en vez de irme a jugar al parque, con patines o pelotas, nos metíamos a los Estudios Churubusco y nos agarraban de extras, a mis amigos y a mí. Nos pagaban dos o tres pesos de esos de Morelos, que alcanzaban para papas, refrescos y muchas cosas”, señaló.

Además de eso se dio cuenta de que El Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez, un montón de luchadores filmaban ahí. Más tarde, se mudó cerca del Museo Anahuacalli, de Diego Rivera, también en Coyoacán y en ese tiempo se vivía la última fase de filmes latinoamericanos grabados en los Estudios América, frente a su casa. “Me metía fácilmente como extra, seguía al mundo de la lucha”.

Cerca de ahí estaba el Pabellón Azteca, donde daban funciones los domingos, así es que iba, aunque era una carpa, ahí descubrió a luchadores como El Súper Muñeco, a Lizmark y otros que se presentaban en ese sitio, donde invertía todos su dinero. Incluso alguna vez se escapó con sus amigos al Toreo de Cuatro Caminos, donde descubrió a otros grandes íconos luchísticos.

Luchadores coyoacanenses

El Ánima de Coyoacán, descubrió tiempo después de vivir en la colonia Country Club, en Ciclistas No 54, que El Santo vivía a la vuelta de su antigua casa, en la calle de Béisbol. “Nunca lo supe hasta mucho tiempo después, que platiqué con El Hijo del Santo, porque teníamos muchas anécdotas en común. No sabía que era él y su papá, los grandes ídolos”.

Por su fuera poco, también tiempo después se enteró que cuando se cambió de colonia, era vecino del Huracán Ramírez (Daniel García Arteaga). “Entonces ya estaba predestinado a este tipo de experiencias cercanas a la Lucha Libre“.

Tal como comentó, el Huracán Ramírez le brindó su amistad, convivió con su familia. “Cubrí el último año de vida con él sin saberlo, porque el año que murió,2006, le hicieron muchos festejos que empezaron en enero y terminaron en octubre cuando falleció. Fue una persona muy amable, toda su familia también”.

Otro de los luchadores que vivió en Coyoacán, fue Máscara Sagrada. Y alguien que visitaba mucho este destino fue Octagón, que llegaba a jugar fútbol llanero en el Deportivo Jesús Clark Flores ubicado entre Avenida Santa Ana y La Virgen.

De luchador a periodista de lucha

Entre su secundaria y licenciatura, Roberto Ramírez, entrenó para ser luchador, además de practicar taekwondo​. Llegó a entrenar en el gimnasio de Blue Demon, en la colonia Industrial. Recuerda su primer entrenamiento como “doloroso y duro”. También entrenó en el Gimnasio Concreto, otro cerca de La Viga. No obstante dejó de luchar para estudiar en la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Con todo y eso, no dejó la lucha, siguió cerca en trabajos como reportero, haciendo exposiciones con los luchadores, viendo la evolución de la Empresa Mundial de Lucha al Consejo Mundial de Lucha Libre. Conoció a mucha gente que lo mantuvo dentro del medio, incursionó en el cómic como escenografista de dibujos en revistas como Sensacional de Luchas.

Nace El Ánima de Coyoacán

En una de las exposiciones de luchadores, en Coyoacán, en el Museo Nacional de Culturas Populares, llamada “La Lucha Libre“, se lanzó un personaje llamado El Filoso, al que metían a las funciones de la Arena México. Su mote era El Filoso, El Fantasma de Coyoacán.

“Cuando pretendía regresar a la lucha libre busqué quedarme con ese nombre, pero no lo pude usar porque estaba registrado. No pude pagar la renta y como empezaba en ese tiempo a hacer historietas, tenía una llamada El Ánima de Coyoacán. Entonces empecé a trabajar en revistas de Lucha Libre y el señor Guillermo Mañón, que era Director de la revista Súper Luchas me sugirió quedarme con ese personaje. Se me hizo muy interesante y lo empecé a usar para todo”.

Es así, que el nombre de Roberto Ramírez, comenzó a desvanecerse y nacer más fuerte El Ánima de Coyoacán, con mucho auge.

Desde entonces no se ha detenido teniendo una larga trayectoria en diversos medios de comunicación con el tema luchístico. Uno de ellos es el programa radiofónico de Lucha Libre “Bajo Las Capuchas”, donde el El Ánima de Coyoacán ha trabajado con El Testigo y El Tío Sombra, una terna con gran auge.

En otro ámbito desde hace 12 años tiene el programa Autopsia de la Psique donde participa en el tema paranormal con Juan Manuel Ortiz, Omar Carrasco y Xitec Contreras.

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Mucha lucha

Hasta la fecha, El Ánima de Coyoacán ha entrevistado a las más importantes figuras de Lucha Libre, muchas de ellas que se han vuelto sus amistades. Pocos profesionales como él, conocen los secretos e historias de los hombres de la lucha con o sin máscara. También participa en el evento Expo Máscaras, realizado periódicamente para impulsar a luchadores activos e inactivos, como Halloween, El Halcón, El Pirata Morgan, Rambo, Takeda, Súper Brazo, Coco Rojo, Coco Verde, Drago, Máscara Sagrada, etc. y que los fans puedan acercarse a ellos y adquirir objetos para sus colecciones.

Asimismo, porta una máscara, en su tiempo diseñada por él y rediseñada por Gregorio Harada, que como su experiencia, se transformó en algo más impactante y memorable, la cual luce actualmente como todo un reflejo de su camino por el mundo de la Lucha Libre, sea por pasión y por destino.

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